Ser feliz ¿Derecho u obligación?
Por Mitsi Nieto*
Durante esta cuarentena hemos escuchado hasta el cansancio que estamos obligados a leer un libro, crear un negocio y aprender algo nuevo, si no lo hacemos no somos productivos ni felices, pero ¿Qué visión podemos encontrar desde el psicoanálisis de esta productividad que es un cuasi equivalente de la felicidad en estos tiempos tan new age?
En el siglo XIX Sigmund Freud planteó una idea de ser humano atravesado irresolublemente por el conflicto. Estábamos destinados por siempre a luchar internamente entre nuestras pulsiones más obscuras y las normas sociales que nos imponen modos de interacción con los otros y también "modos de ser feliz".
Años después surgieron corrientes que se "rebelaron" contra lo que consideraron un "mandato de conflicto" entre ellas el humanismo y plantearon el derecho del ser humano a alcanzar su máximo potencial: ser pleno y feliz. Desde entonces esa parecería ser la meta mayor que nos ofrece el capitalismo y con él sus aparatos ideológicos, la televisión, el internet, la publicidad y hasta la idea del amor que se nos ofrece.
Lacan diría al respecto que no podemos ser plenos (completos) por el simple hecho de que si lo fuéramos, si alcanzáramos el máximo grado de potencial, no tendría ningún sentido vivir. Es decir, el sujeto humano es un ser en falta, y eso nos lleva a desear. El sujeto humano es un ser en conflicto porque debe regular lo que desea con lo que se le permite en sociedad, justo porque no puede sobrevivir solo, necesita de los otros. Imagina por un momento que lo que te haría más feliz en el mundo sería matar a aquellos que consideras "malvados" en la sociedad y lo hicieras. Si eso estuviera permitido, alguien te mataría a ti porque le resultaste inconveniente para algún objetivo personal. Es entonces que para vivir en sociedad necesitamos reglas claras (si, ya sé que siempre hay alguien que no las sigue, pero eso será tema de otra discusión). Entonces el conflicto interno es parte de la vida, desde el psicoanálisis y la felicidad es algo mucho más moderado, menos ideal y exigente. La felicidad es singular, subjetiva y de ningún modo es un mandato, sino un derecho. Al menos desde la perspectiva de Freud y Lacan. ¿Tú que piensas?
* Mitsi Nieto. Psicóloga por la UAM Xochimilco; Maestra en Clínica Psicoanalítica por la; Universidad de León, España; Maestra en Educación por la UPN; Doctora en Ciencias Sociales, con especialidad en Educación, por la UAM Xochimilco.
Correo: mitsinietod@yahoo.com.mx